Nota escrita por Gustavo Jose Andrade: La evolución de los autos eléctricos ha generado una carrera por aumentar la autonomía de los vehículos. Recientemente, algunas marcas han puesto su objetivo en lograr autos que puedan recorrer hasta 1.000 kilómetros con una sola carga. Sin embargo, surge una pregunta clave: ¿es realmente necesario llegar a esa cifra cuando la mayoría de los usuarios utilizan sus autos para viajes cortos? Al observar los patrones de uso y las necesidades cotidianas de los conductores, los datos sugieren que este nivel de autonomía podría ser innecesario para la mayoría.
El comportamiento de los conductores a nivel mundial muestra que la mayoría de los trayectos en automóvil son cortos. En Estados Unidos, un estudio de la Federal Highway Administration revela que el conductor promedio recorre entre 30 y 50 kilómetros por día. Este hallazgo es consistente con estadísticas europeas, donde el 85% de los desplazamientos en coche son de menos de 25 kilómetros. Estos trayectos cortos suelen incluir desplazamientos al trabajo, compras diarias y actividades rutinarias dentro de zonas urbanas.
En base a estos datos, un auto eléctrico con una autonomía de entre 300 y 500 kilómetros cubriría con creces las necesidades diarias de la mayoría de los conductores. Muchos modelos de autos eléctricos actuales ofrecen autonomías en ese rango, lo que permite realizar varios días de viajes sin tener que recargar la batería.
Aunque la "ansiedad por la autonomía" —el temor de quedarse sin batería en medio de un viaje— sigue siendo una preocupación, los datos indican que los viajes largos representan una porción pequeña del uso total de los automóviles. En Europa, por ejemplo, los trayectos de más de 300 kilómetros representan menos del 5% del total de desplazamientos. Incluso en Estados Unidos, donde las distancias pueden ser mayores, los viajes que superan los 200 kilómetros diarios son relativamente raros.
Estos datos sugieren que, si bien los autos con una autonomía de 1.000 kilómetros pueden atraer a conductores que realizan viajes largos ocasionales, la mayoría de los usuarios no requiere ese nivel de autonomía en su día a día. Para los viajes esporádicos de larga distancia, las redes de carga rápida, en constante expansión, ofrecen una solución más que adecuada, sin la necesidad de baterías tan grandes y costosas.
Si bien ofrecer una autonomía de 1.000 kilómetros puede ser un atractivo para un segmento pequeño del mercado, la mayoría de los conductores se beneficiarían más de mejoras en la infraestructura de carga y baterías más eficientes. En lugar de enfocarse en capacidades extremas, el desarrollo de autos eléctricos más asequibles, livianos y con tiempos de carga reducidos sería más relevante para el usuario promedio.
La carrera por alcanzar una autonomía de 1.000 kilómetros en los autos eléctricos puede ser relevante para un grupo reducido de conductores que realizan viajes largos de manera habitual. No obstante, los datos sobre el uso cotidiano de los automóviles sugieren que la mayoría de los usuarios se beneficiaría más de vehículos con autonomías más moderadas, pero que sean más asequibles, eficientes y con tiempos de carga más rápidos. En resumen, aunque el avance hacia autonomías mayores es admirable, no parece ser una necesidad para la mayoría de los usuarios en su uso diario del automóvil.
Gustavo Jose Andrade es Director de Andrade Service y autor del libro automóviles híbridos y eléctricos. Además, en su taller se especializa en diagnóstico y reparación de autos
www.automovileshibridosyelectricos.com.ar
www.andradeservice.com.ar
El comportamiento de los conductores a nivel mundial muestra que la mayoría de los trayectos en automóvil son cortos. En Estados Unidos, un estudio de la Federal Highway Administration revela que el conductor promedio recorre entre 30 y 50 kilómetros por día. Este hallazgo es consistente con estadísticas europeas, donde el 85% de los desplazamientos en coche son de menos de 25 kilómetros. Estos trayectos cortos suelen incluir desplazamientos al trabajo, compras diarias y actividades rutinarias dentro de zonas urbanas.
En base a estos datos, un auto eléctrico con una autonomía de entre 300 y 500 kilómetros cubriría con creces las necesidades diarias de la mayoría de los conductores. Muchos modelos de autos eléctricos actuales ofrecen autonomías en ese rango, lo que permite realizar varios días de viajes sin tener que recargar la batería.
Aunque la "ansiedad por la autonomía" —el temor de quedarse sin batería en medio de un viaje— sigue siendo una preocupación, los datos indican que los viajes largos representan una porción pequeña del uso total de los automóviles. En Europa, por ejemplo, los trayectos de más de 300 kilómetros representan menos del 5% del total de desplazamientos. Incluso en Estados Unidos, donde las distancias pueden ser mayores, los viajes que superan los 200 kilómetros diarios son relativamente raros.
Estos datos sugieren que, si bien los autos con una autonomía de 1.000 kilómetros pueden atraer a conductores que realizan viajes largos ocasionales, la mayoría de los usuarios no requiere ese nivel de autonomía en su día a día. Para los viajes esporádicos de larga distancia, las redes de carga rápida, en constante expansión, ofrecen una solución más que adecuada, sin la necesidad de baterías tan grandes y costosas.
Si bien ofrecer una autonomía de 1.000 kilómetros puede ser un atractivo para un segmento pequeño del mercado, la mayoría de los conductores se beneficiarían más de mejoras en la infraestructura de carga y baterías más eficientes. En lugar de enfocarse en capacidades extremas, el desarrollo de autos eléctricos más asequibles, livianos y con tiempos de carga reducidos sería más relevante para el usuario promedio.
La carrera por alcanzar una autonomía de 1.000 kilómetros en los autos eléctricos puede ser relevante para un grupo reducido de conductores que realizan viajes largos de manera habitual. No obstante, los datos sobre el uso cotidiano de los automóviles sugieren que la mayoría de los usuarios se beneficiaría más de vehículos con autonomías más moderadas, pero que sean más asequibles, eficientes y con tiempos de carga más rápidos. En resumen, aunque el avance hacia autonomías mayores es admirable, no parece ser una necesidad para la mayoría de los usuarios en su uso diario del automóvil.
Gustavo Jose Andrade es Director de Andrade Service y autor del libro automóviles híbridos y eléctricos. Además, en su taller se especializa en diagnóstico y reparación de autos
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