Nota escrita por Gustavo Jose Andrade: En el mes de diciembre de 2023 se inauguró el primer tramo de una carretera de carga inalámbrica en Detroit, Estados Unidos. Se trata de la primera carretera de carga inalámbrica del país y si bien son únicamente 400 metros, es el primer paso para que en el futuro este tipo de infraestructuras se vayan popularizando alrededor del mundo. Técnicamente, este casi medio kilómetro de asfalto esconde bajo la superficie una serie de bobinas de carga inductiva que pueden cargar vehículos eléctricos.
Las carreteras de carga inalámbrica funcionan mediante un sistema de inducción electromagnética que permite cargar las baterías de los automóviles eléctricos mientras están en movimiento. El concepto es similar a la carga inalámbrica utilizada en algunos teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos, pero adaptado para aplicaciones de vehículos de mayor escala.
El sistema de carga inalámbrica consta de dos componentes principales: una infraestructura de carga instalada debajo de la carretera y un receptor instalado en el vehículo eléctrico. La infraestructura de carga consiste en bobinas electromagnéticas enterradas a lo largo de la ruta. Estas bobinas generan un campo electromagnético cuando se alimentan de electricidad.
Por otro lado, el receptor en el vehículo se encuentra generalmente en el fondo del mismo, cerca del punto donde se encuentra la batería. Este receptor está diseñado para captar la energía del campo electromagnético generado por las bobinas en la carretera y convertirla en electricidad que se almacena en las baterías del vehículo. La carga puede producirse cuando los vehículos están en movimiento o frenados, pero el requisito esencial es el receptor para activar la carga. Si el receptor el este proceso no funciona.
Cuando un vehículo eléctrico equipado con este sistema se desplaza sobre la carretera de carga inalámbrica, el receptor del automóvil detecta el campo electromagnético generado por las bobinas de la carretera y comienza a convertir esa energía en electricidad. Esta electricidad se utiliza para cargar la batería del vehículo mientras está en movimiento, eliminando la necesidad de parar y conectar físicamente el automóvil a una estación de carga.
Las carreteras de carga inalámbrica pueden proporcionar una solución conveniente y eficiente para la carga de vehículos eléctricos, especialmente para vehículos comerciales o de transporte público que necesitan estar en movimiento constantemente.
Las carreteras de carga inalámbrica plantean, sin embargo, algunos riesgos potenciales debido a la energía electromagnética generada por las bobinas enterradas en la carretera. Existe la posibilidad de exposición a campos electromagnéticos, que podrían tener efectos adversos para la salud si se exponen durante períodos prolongados. Además, la infraestructura subterránea podría representar un riesgo de tropiezo o caídas para los peatones si no se señaliza adecuadamente.
Para minimizar estos riesgos deben implementarse medidas de seguridad adicionales como por ejemplo implementar una señalización clara y visible que indique la ubicación de la infraestructura de carga enterrada en la carretera. Esto incluiría la instalación de señales de advertencia en los bordes de la carretera y marcas en el pavimento para indicar dónde se encuentran las bobinas electromagnéticas. Además, se podrían establecer zonas de paso seguro para peatones que eviten las áreas de alta exposición a los campos electromagnéticos.
Gustavo Jose Andrade es Director de Andrade Service y autor del libro automóviles híbridos y eléctricos. Además, en su taller se especializa en diagnóstico y reparación de autos
www.automovileshibridosyelectricos.com.ar
www.andradeservice.com.ar
Las carreteras de carga inalámbrica funcionan mediante un sistema de inducción electromagnética que permite cargar las baterías de los automóviles eléctricos mientras están en movimiento. El concepto es similar a la carga inalámbrica utilizada en algunos teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos, pero adaptado para aplicaciones de vehículos de mayor escala.
El sistema de carga inalámbrica consta de dos componentes principales: una infraestructura de carga instalada debajo de la carretera y un receptor instalado en el vehículo eléctrico. La infraestructura de carga consiste en bobinas electromagnéticas enterradas a lo largo de la ruta. Estas bobinas generan un campo electromagnético cuando se alimentan de electricidad.
Por otro lado, el receptor en el vehículo se encuentra generalmente en el fondo del mismo, cerca del punto donde se encuentra la batería. Este receptor está diseñado para captar la energía del campo electromagnético generado por las bobinas en la carretera y convertirla en electricidad que se almacena en las baterías del vehículo. La carga puede producirse cuando los vehículos están en movimiento o frenados, pero el requisito esencial es el receptor para activar la carga. Si el receptor el este proceso no funciona.
Cuando un vehículo eléctrico equipado con este sistema se desplaza sobre la carretera de carga inalámbrica, el receptor del automóvil detecta el campo electromagnético generado por las bobinas de la carretera y comienza a convertir esa energía en electricidad. Esta electricidad se utiliza para cargar la batería del vehículo mientras está en movimiento, eliminando la necesidad de parar y conectar físicamente el automóvil a una estación de carga.
Las carreteras de carga inalámbrica pueden proporcionar una solución conveniente y eficiente para la carga de vehículos eléctricos, especialmente para vehículos comerciales o de transporte público que necesitan estar en movimiento constantemente.
Las carreteras de carga inalámbrica plantean, sin embargo, algunos riesgos potenciales debido a la energía electromagnética generada por las bobinas enterradas en la carretera. Existe la posibilidad de exposición a campos electromagnéticos, que podrían tener efectos adversos para la salud si se exponen durante períodos prolongados. Además, la infraestructura subterránea podría representar un riesgo de tropiezo o caídas para los peatones si no se señaliza adecuadamente.
Para minimizar estos riesgos deben implementarse medidas de seguridad adicionales como por ejemplo implementar una señalización clara y visible que indique la ubicación de la infraestructura de carga enterrada en la carretera. Esto incluiría la instalación de señales de advertencia en los bordes de la carretera y marcas en el pavimento para indicar dónde se encuentran las bobinas electromagnéticas. Además, se podrían establecer zonas de paso seguro para peatones que eviten las áreas de alta exposición a los campos electromagnéticos.
Gustavo Jose Andrade es Director de Andrade Service y autor del libro automóviles híbridos y eléctricos. Además, en su taller se especializa en diagnóstico y reparación de autos
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