Un estudio titulado "Cuantificación Integral del Costo Total de Propiedad para Vehículos de Diferentes Tamaños y Sistemas de Propulsión", realizado por la Oficina de Información Científica y Técnica del Departamento de Energía de Estados Unidos, exploró el costo global de un vehículo eléctrico en comparación con uno de gasolina, llegando a la conclusión de que, a lo largo de su vida útil, un automóvil eléctrico podría ser hasta un 40% más económico que uno de combustión al considerar los costos por kilómetro.
En cuanto al mantenimiento, es esencial considerar dos aspectos fundamentales: la cantidad de componentes y la complejidad mecánica. Los vehículos eléctricos, en comparación con los de combustión, utilizan un menor número de piezas para su operación, lo que se traduce en una reducción significativa de las posibilidades de averías y desgaste. Además, la simplicidad de su estructura mecánica implica menos cambios de rutina, como cambios de aceite, reemplazo de filtros de aire o combustible, pastillas de freno y correas. Por ejemplo, mientras que un automóvil de combustión convencional necesitaría al menos cinco cambios de filtro de aceite en un período determinado, un vehículo eléctrico solo requeriría una revisión cada 5.000 horas, equivalente a unos 50.000 kilómetros.
En lo que respecta a la vida útil de las baterías, esto varía en función del uso y el manejo. Un mantenimiento adecuado y una conducción eficiente pueden prolongar significativamente su rendimiento. En términos generales, las baterías de los vehículos eléctricos tienen una durabilidad promedio de alrededor de 3.000 ciclos completos de carga, lo que se traduce en un mínimo de 150.000 a 200.000 kilómetros. Sin embargo, es importante destacar que los avances tecnológicos continuos han impulsado la capacidad y longevidad de las baterías en los últimos años, sugiriendo una tendencia positiva en la prolongación de su durabilidad.
Con respecto a la eficiencia en el consumo de energía, la evidencia abrumadora respalda la superioridad de los autos eléctricos sobre los de combustión. Con un rendimiento que puede alcanzar hasta el 90%, en comparación con el modesto 30% de los vehículos tradicionales, los autos eléctricos logran realizar las mismas tareas con una significativamente menor cantidad de energía. Esto tiene un impacto directo en el consumo total. En términos simples, un vehículo eléctrico consume aproximadamente un 90% menos de energía en su uso diario en comparación con uno de combustión.
Las ventajas económicas de los autos eléctricos también se extienden a la etapa postventa. Los análisis realizados arrojan que los vehículos a gasolina experimentan una notable devaluación desde el momento de su adquisición, mientras que los automóviles eléctricos mantienen un valor relativamente constante desde su salida del concesionario hasta que registran sus primeros 10.000 kilómetros.
Las investigaciones detalladas evidencian que los autos eléctricos presentan una propuesta económica que no solo abarca el consumo de energía, sino también el mantenimiento, la longevidad de las baterías y su valorización en el mercado usado. Estos factores respaldan la creciente adopción de la movilidad eléctrica como una alternativa altamente eficiente y económicamente viable en la industria automotriz actual.
Gustavo Jose Andrade es Director de Andrade Service y autor del libro automóviles híbridos y eléctricos. Además, en su taller se especializa en diagnóstico y reparación de autos
www.automovileshibridosyelectricos.com.ar
www.andradeservice.com.ar
En cuanto al mantenimiento, es esencial considerar dos aspectos fundamentales: la cantidad de componentes y la complejidad mecánica. Los vehículos eléctricos, en comparación con los de combustión, utilizan un menor número de piezas para su operación, lo que se traduce en una reducción significativa de las posibilidades de averías y desgaste. Además, la simplicidad de su estructura mecánica implica menos cambios de rutina, como cambios de aceite, reemplazo de filtros de aire o combustible, pastillas de freno y correas. Por ejemplo, mientras que un automóvil de combustión convencional necesitaría al menos cinco cambios de filtro de aceite en un período determinado, un vehículo eléctrico solo requeriría una revisión cada 5.000 horas, equivalente a unos 50.000 kilómetros.
En lo que respecta a la vida útil de las baterías, esto varía en función del uso y el manejo. Un mantenimiento adecuado y una conducción eficiente pueden prolongar significativamente su rendimiento. En términos generales, las baterías de los vehículos eléctricos tienen una durabilidad promedio de alrededor de 3.000 ciclos completos de carga, lo que se traduce en un mínimo de 150.000 a 200.000 kilómetros. Sin embargo, es importante destacar que los avances tecnológicos continuos han impulsado la capacidad y longevidad de las baterías en los últimos años, sugiriendo una tendencia positiva en la prolongación de su durabilidad.
Con respecto a la eficiencia en el consumo de energía, la evidencia abrumadora respalda la superioridad de los autos eléctricos sobre los de combustión. Con un rendimiento que puede alcanzar hasta el 90%, en comparación con el modesto 30% de los vehículos tradicionales, los autos eléctricos logran realizar las mismas tareas con una significativamente menor cantidad de energía. Esto tiene un impacto directo en el consumo total. En términos simples, un vehículo eléctrico consume aproximadamente un 90% menos de energía en su uso diario en comparación con uno de combustión.
Las ventajas económicas de los autos eléctricos también se extienden a la etapa postventa. Los análisis realizados arrojan que los vehículos a gasolina experimentan una notable devaluación desde el momento de su adquisición, mientras que los automóviles eléctricos mantienen un valor relativamente constante desde su salida del concesionario hasta que registran sus primeros 10.000 kilómetros.
Las investigaciones detalladas evidencian que los autos eléctricos presentan una propuesta económica que no solo abarca el consumo de energía, sino también el mantenimiento, la longevidad de las baterías y su valorización en el mercado usado. Estos factores respaldan la creciente adopción de la movilidad eléctrica como una alternativa altamente eficiente y económicamente viable en la industria automotriz actual.
Gustavo Jose Andrade es Director de Andrade Service y autor del libro automóviles híbridos y eléctricos. Además, en su taller se especializa en diagnóstico y reparación de autos
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