A diferencia de los clásicos X-Bow, el KTM X-Bow GT-XR cuenta con una cabina totalmente cubierta, similar a lo que ocurre con los KTM X-Bow GT2 y GTX. Estos dos modelos son la versión creada para competir en la categoría GT2 de la FIA y la versión Track Car derivada que es aún más salvaje gracias a que no cuenta con limitación de ninguna categoría.
El motor del KTM X-Bow GT-XR es el cinco cilindros en línea, 2.5 litros, turboalimentado de origen Volkswagen que utilizan el Audi RS 3 y el Cupra Formentor VZ5, entre otros. En el KTM, el motor entrega unos 500 CV a 6,350 rpm y un torque máximo de 581 Nm a 5,550 rpm. El motor está asociado a una caja automática de doble embrague con siete marchas DSG, también de origen Volkswagen y tracción trasera.
Las prestaciones del KTM X-Bow GT-XR son impresionantes. El auto acelera de 0 a 100 km/h en 3.4 segundos y alcanza una velocidad máxima limitada por GPS a 280 km/h. Esto lo logra gracias al motor y gracias al peso en seco de 1,250 kg, el cual se distribuye 44% en el eje delantero y 56% en el trasero.
En lo que respecta al chasis, el KTM X-Bow GT-XR está fabricado sobre un chasis monocasco de fibra de carbono, suspensión SACHS ajustable, sistema de frenos con pinzas monobloque de ocho pistones delante o frenos carbocerámicos de manera opcional y diferencial trasero autoblocante manual.
A nivel exterior, resalta que para poder ingresar al KTM X-Bow GT-XR, la cabina del habitáculo hay que abrirla como si fuese un jet caza de combate. Además, los espejos retrovisores fueron reemplazados por cámaras, se puede ver un enorme alerón trasero fijo y un splitter delantero fabricado en fibra de carbono.
Del KTM X-Bow GT-XR se fabricarán alrededor de 100 unidades, las cuales se fabricarán a mano en la planta que la firma tiene en Graz, Austria. El precio de cada una de esas unidades rondará los 284.900 euros.
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