Si bien en algunos sitios web y registros se comenta que el primer auto de producción en contar con frenos carbocerámicos fue el Porsche 911 GT2 de 2001, esto no es así. El primer auto en equipar este sistema de frenos fue el Mercedes CL 55 AMG F1, de hecho, este modelo ofrecía esa solución de serie, mientras que el Porsche 911 GT2 lo hacía de manera opcional. De todas maneras también debemos reconocer que el Mercedes los ofrecía de serie, porque se trataba de una edición limitada en sólo 55 unidades.
El motor del Mercedes CL 55 AMG F1 Limited Edition, era el mismo que el de la versión "normal" (no F1), el motor denominado M113. Hablamos de un motor naftero, V8, 5,5 litros, atmosférico que entregaba unos 360 CV a 5.500 rpm y un impresionante torque máximo de 530 Nm disponible entre las 3.150 rpm y 4.500 rpm. de potencia. El motor estaba asociado a una caja de cambio automático de cinco marchas con convertidor de par y tracción trasera.
Ahora bien, lo que hace especial a este auto, no es su motor, sino sus frenos. Como ya mencioné, el auto contaba con frenos carbocerámicos de serie. Hasta ese momento, los frenos de ese material, sólo se habían usado para autos de carreras, nunca habían sido montados en autos de producción. Los discos carbocerámicos estaban acompañados por unas pinzas de ocho pistones, firmadas por Brembo. Este sistema de frenos, era capaz de desarrollar una potencia de frenado de unos 2.000 CV.
Estos discos de freno carbocerámicos que presumía el Mercedes CL 55 AMG F1 pesaban un 60% menos que los discos de acero. Además, tanto el sistema ABS como el ESP, habían sido re configurados para relacionarse con el nuevo conjunto. Por otro lado, el auto también contaba con una suspensión neumática Air Body Control (ABC) con una configuración más firme.
Los discos de freno carbocerámicos los fabricaba la propia Mercedes Benz, en la planta de Esslingen-Mettingen. Estos discos se fabricaban y se siguen fabricando, mediante un proceso de alta tecnología. Primero se mezcla la fibra de carbono con el polvo de carbono y una resina especial, luego se presiona esta mezcla bajo alta presión y pasa a hornearse a 1.000 grados Celsius donde se les da la forma de discos. Una vez que se enfrían, los discos de freno se someten a un breve proceso mecánico y se los trata con silicio líquido. Por último, la matriz de carbono absorbe el silicio y reacciona produciendo cerámica.
En cuanto a las prestaciones del Mercedes CL 55 AMG F1 Limited Edition, el auto acelera de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y alcanza una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h.
A nivel exterior, el Mercedes CL 55 AMG F1 se distinguía por lucir la inscripción F1 Limited Edition en las aletas delanteras y en los umbrales de las puertas iluminadas. En el interior, el auto contaba con la inscripción F1 Limited Edition en la consola central, donde también se mostraba la numeración consecutiva de la unidad. Este modelo se ofrecía sólo en color plata brillante metálico.