El Aston Martin Valkyrie AMR Pro sólo pesa unos 1.000 kg, es decir, unos 30 kg menos que la versión de calle. Para lograr reducir ese peso se recurrió a quitar el sistema de calefacción, las pantallas táctiles que manejan el sistema de infoentretenimiento, se sustituyeron las ventanas laterales por unas de policarbonato, butacas más livianas, un nuevo sistema de escape más ligero y la suspensión ahora está fabricada en fibra de carbono. En cuanto al diseño, notamos que la carrocería fue ensanchada y suma nuevas entradas de aire delanteras, un alerón trasero enorme y suma la aleta de tiburón que lucían los monoplazas de Fórmula 1 en la temporada 2017.
El motor que da vida al Aston Martin Valkyrie AMR Pro es un V12, 6.5 litros, atmosférico que brinda 1.115 CV. Con lo cual, la relación peso-potencia del auto es de unos asombrosos 0,89 kg/CV. La velocidad máxima que podrá alcanzar este auto aún no se dio a conocer, pero sí adelantaron que superará los 360 km/h y tendrá aceleraciones laterales superiores a 3G.
Adrian Newey, responsable del Aston Martin Valkyrie, comentó que este auto fue desarrollado en base a su conocimiento adquirido durante toda su carrera en la Fórmula 1. A su vez, dice que la versión AMR Pro le permitió trabajar más allá de las limitaciones derivadas de la legalidad para calle. A su vez, confirmó que este modelo puede lograr un rendimiento similar al de los monoplazas de Fórmula 1 o al de los autos que participan en la categoría LMP1 del Campeonato de Resistencia.
El Aston Martin Valkyrie AMR Pro sólo estará homologado para los circuitos y su producción estará limitada en unas 25 unidades, las cuales tienen un precio superior a los 2 millones de dólares y como era de esperarse, ya están reservadas. La entrega de este modelo está programada recién para el año 2020.