Ford creó el proyecto del nuevo Ford GT con tres objetivos: probar futuras tecnologías de motores y aerodinámica, ampliar el uso de materiales avanzados y ligeros, como fibra de carbono, y como finalmente lo logró, vencer las 24 Horas de Le Mans, considerada la principal prueba de resistencia del mundo.
Aerodinámica activa
Aerodinámica activa
Cada detalle del diseño del Ford GT fue mejorando en búsqueda de la máxima eficiencia aerodinámica. Los objetivos principales eran reducir el rozamiento y mejorar la fuerza descendente, que ayuda a dar estabilidad y adherencia en las aceleraciones, curvas y frenados.
Para mejorar la aerodinámica en cada condición de rodaje, la carrocería cuenta con elementos móviles: un gran alerón trasero y conductos delanteros que se abren y cierran para equilibrar la parte delantera y la trasera. Cuando el alerón está levantado, los conductos se cierran para aumentar la fuerza descendente; Cuando el alerón esta bajo, los conductos se abren para reducir la fuerza descendente.
Este alerón tiene una nueva tecnología patente de Ford que, como los flaps de los aviones, cambia de ángulo y formato para mejorar en un 14% la eficiencia general del vehículo. El motor también ayuda en la aerodinámica del Ford GT. El diseño compacto del EcoBoost de seis cilindros permite una carrocería más delgada. El rebaje de los turbos y la colocación de sus enfriadores delante de las ruedas traseras también contribuye a un perfil más bajo.
Fibra de carbono
La carrocería de fibra de carbono ayuda a reducir el peso y dar una forma más elegante al Ford GT, que no sería posible con acero o aluminio. Ford investiga la futura producción a gran escala de piezas de fibra de carbono junto a socios como Multimatic y DowAksa.
Debido a las limitaciones del estampado convencional, los soportes que van del techo a los paragolpes traseros, por ejemplo, no podrían ser hechos de acero o aluminio. La fibra de carbono permite diseños complejos porque el material es cortado como un tejido y luego endurecido a alta temperatura.
Motor EcoBoost
El motor EcoBoost 3.5 del Ford GT es el más potente de la familia, con 656 CV. Fue desarrollado junto con el motor de competición del GT y el EcoBoost 3.5 de la camioneta F-150 Raptor, que tiene casi el 60% de piezas en común.
Durante la instancia de testeo del superdeportivo para la primera carrera de resistencia en Daytona, los cigüeñales se estaban rompiendo bajo condiciones extremas. Con el tiempo corriendo en contra, el equipo tomó la decisión de sustituir la pieza por un cigüeñal de producción de la F-150 Raptor. Y el prototipo venció su primera carrera en Sebring ese año.
El GT utiliza también un nuevo sistema de doble inyección directa de combustible y turbo con una nueva tecnología que aumenta su potencia. Incluso cuando el piloto no está pisando el acelerador, mantiene la velocidad y la carga del turbo para una respuesta más rápida. La transmisión de doble embrague con siete velocidades permite cambios casi instantáneos, con excepcional control de dirección.
Suspensión activa
Los ingenieros de Ford se enfocaron en reducir el peso y realizar avances en el motor para lograr un GT más rápido y eficiente.
Un ejemplo de esto es la suspensión hidráulica que cambia la altura de la carrocería para cada modo de dirección, al girar un botón. Cuando se cambia del modo "Normal" al modo "Pista", el vehículo se rebaja unos 50 mm, una diferencia que el conductor puede notar y sentir. En el modo "Pista", la calibración de los resortes, el ajuste de los amortiguadores y la aerodinámica activa también cambian: el alerón trasero se levanta y los conductos delanteros se cierran para aumentar la fuerza descendente.
La suspensión también cuenta con el modo delantero elevado para pasar lomas de burro y otros obstáculos. Esta opción se puede accionar cuando el vehículo va a una velocidad de hasta 40 km/h. Por encima de esa velocidad, el sistema vuelve automáticamente a la altura normal.