El fin de semana pasado se subastó en París un Ferrari 335 S Spider Scaglietti de 1957 y el auto alcanzó un precio de 32 millones de euros (34 millones de dólares). De todas maneras no pudo convertirse en el auto más caro de la historia, el récord lo sigue teniendo el Ferrari 250 GTO de 1962 que hace un año se subastó en Pebble Beach por 38,1 millones de dólares.
Del Ferrari 335 S Spider Scaglietti sólo se fabricaron cuatro unidades entre los años 1957 y 1958 y sólo estaban habilitadas para competir, no podían (ni pueden) circular por la calle. La unidad que se subastó lleva el número de chasis 0674 y esto no es poco, es el mismo auto que supo conducir el gran Stirling Moss en el GP de Cuba de 1958, prueba que ganó el británico.
Este auto equipa un motor V12 de 3.8 litros que brinda 390 CV y puede llegar a alcanzar los 300 km/h. Para esa época, alcanzar los 300 km/h no era para nada sencillo, de hecho este Ferrari fue el primer auto en superar una media de más de 200 km/h en Le Mans, más precisamente alcanzó una media de 203,015 km/h.