Las plumas de emú están ayudando a mejorar el acabado de modelos Ford que incluyen el Mondeo y el S-MAX. Cada vehículo fabricado en la mega-planta de Ford España en la localidad valenciana de Almussafes se limpia con rodillos compuestos por miles de plumas antes de ser pintado.
El uso de plumas de emú es solo uno de los diversos procesos de calidad en la planta, en la que se fabrican seis modelos de automóvil de alta calidad en la misma línea de montaje cada 40 segundos. También se emplean tecnologías de fabricación pioneras en el sector diseñadas para producir vehículos de la más alta calidad que incluyen un sistema de cámara digital que identifica los defectos de pintura, un sistema de prueba de sonido y un circuito de pruebas virtual para evaluar los sistemas avanzados de asistencia al conductor.
Cada pluma de hembra de emú puede llegar a medir hasta 76 centímetros de largo, pesa menos de tres gramos y puede durar hasta cinco años. El sistema se asemeja al de un lavadero de autos y está diseñado para evitar que la electricidad estática haga que se adhieran partículas de polvo al vehículo.
El polvo se extrae mediante aspiración. “Eliminar hasta la última traza de polvo antes de pintar los vehículos puede mejorar significativamente el acabado de la pintura. Gracias a su forma única y su gran duración, las plumas de emú son perfectas para recoger pequeñas partículas”, afirma Dirk Hölzer, ingeniero jefe de pintura de Ford Europa. Ford ha invertido 2.3 millones de euros desde 2011 para ampliar y mejorar la que es una de las plantas de fabricación más avanzadas, flexibles y productivas del mundo, cuyo ritmo de producción va de camino a las 400.000 unidades en 2015.
En Valencia se fabrican múltiples modelos y versiones de vehículos que incluyen: S-MAX, Kuga, el Mondeo Híbrido y el Mondeo Vignale. La planta de montaje de Ford en Flat Rock, en Estados Unidos, donde se fabrica el nuevo Ford Mustang, es otra de las instalaciones en la que se utilizan plumas de emú. Cada unidad de Ford Mondeo Vignale es repasada a mano por seis maestros artesanos en el Centro Vignale de última generación.
Las más innovadoras tecnologías láser y cámaras ayudan a los experimentados ojos de los responsables Vignale a la hora de examinar cada aspecto de estos vehículos, desde el chasis y la alineación de los paneles hasta el acabado de la pintura. En total, cada vehículo supera 100 controles adicionales de calidad.
Los expertos, auténticos apasionados de la precisión y el detalle, pasan más de dos horas abrillantando a mano la pintura exterior para obtener el acabado de brillo perfecto. También revisan cuidadosamente los acabados y las costuras de las 40 piezas individuales de cuero cortado al láser con las que se tapiza cada asiento del auto.
Valencia fue la primer fábrica en utilizar el sistema de visión Dirt in Paint patentado por Ford, desarrollado con la colaboración de la Universidad Politécnica de Valencia. El sistema, utilizado por primera vez por un fabricante a gran escala, genera una imagen compuesta a partir de 3.150 fotografías digitales tomadas bajo iluminación fluorescente móvil.
Un software desarrollado de manera específica compara la imagen con una plantilla perfecta y destaca las mejoras aplicables en la pintura exterior. “Las formas y ángulos complejos pueden hacer que inspeccionar un vehículo recién pintado resulte difícil para el ojo humano. El sistema de visión Dirt in Paint localiza incluso las anomalías más pequeñas y permite a los ingenieros corregirlas bajo condiciones controladas”, afirma Hölzer.
“Nuestras instalaciones de Valencia se han convertido en un referente para el sector en cuestión e flexibilidad, productividad e innovación en calidad de fabricación”, asegura Barb Samardzich, directora de operaciones de Ford Europa. “Es increíble y me atrevo a decir que nunca antes se había visto que un lujoso Ford Mondeo Vignale se fabrique en la misma línea de montaje que un SUV como el Kuga”.