Suzuki planteó un sistema con dos motores eléctricos para acompañar el motor de combustión, al estilo Fórmula 1. El primer motor eléctrico se ubica en la parte trasera, acoplado a la transmisión, para apoyar al motor de combustión y dar un empuje extra en los momentos de máxima exigencia. Ahora bien, en las frenadas o cuando desaceleramos, ese motor pasa a ser un generador y aprovecha esa fuerza para recargar las baterías. El segundo motor es un turbo eléctrico (acopla un motor eléctrico al rotor del turbo) que extrae más potencia al motor de combustión. A diferencia de los turbos convencionales, los eléctricos no tienen el retardo al acelerar, aceleras y al instante sentís el empujón del turbo. Este turbo eléctrico está colocado en la parte delantera acoplado a un sistema de escape recortado.
El turbo eléctrico puede girar hasta 200.000 rpm de manera casi inmediata, algo imposible para los turbos tradicionales. En la patente, Suzuki también menciona que como base térmica empleará un motor tetracilíndrico de 1.000 CV. Con lo cual no sería descabellado pensar que la moto puede llegar a tener una potencia de 300 CV.
