Hasta hoy todos los modelos Mercedes fabricados por Daimler se han apellidado "Benz", pero como dijimos, hoy eso cambio . Con el nuevo GT nace una nueva era, en la que aparece una nueva sub-marca, Mercedes-AMG, que servirá para bautizar a todos aquellos productos desarrollados y nacidos íntegramente en las instalaciones de Affalterbach del que tiempo atrás fuera el preparador externo de Mercedes-Benz más importante del planeta.
El Mercedes-AMG GT no sólo nace como un producto completamente nuevo, sino que además también sirve de estreno para el nuevo nombre comercial de la división más deportiva de la firma de Stuttgart.
Sucesor no directo del SLS AMG, el nuevo Mercedes-AMG GT llegará a los concesionarios en los próximos meses con dos especificaciones, la GT "normal" y la GT S, con el único objetivo de pelearle cara a cara al 911, abriéndose un hueco comercial en un segmento algo inferior al de su antecesor más directo.
Como podemos ver los últimos productos de Mercedes han abandonado la línea recta y lo poligonal para pasar a definirse con curvas cóncavas y convexas, ligadas con líneas de estilo y adornos en algunos casos rozando lo barroco, con la idea de crear esculturas fluidas que tengan calidez, el nuevo GT no es la excepción.
Analizando el GT podemos ver que todo nace de una parrilla ovalada frontal que recuerda al 300 SL original. Está custodiada por dos afilados faros algo felinos, con una luz de conducción diurna a modo de "ceja-ceño fruncido" que intimidan.
La línea de cintura que parte de los faros delanteros evoluciona de manera casi paralela al suelo, sin urgencia por ascender, hasta llegar al paso de rueda trasero, cuando se transforma en una potentísima cadera para acoger la llanta posterior.
Esto sirve para denotar "potencia, tracción trasera y poderío". La vista lateral está dominada por esa línea de cintura y la contraposición del techo, que se forma casi en una curva perfecta. Se descarga peso lateral con una enorme branquia y un juego cóncavo-convexo que juega con las luces en la parte inferior de la puerta, ascendiendo y fortaleciendo ese músculo dinámico de la trasera que te citábamos.
No hay lugar para puertas de apertura extraña. El extra de coste y peso de las "alas de gaviota" queda reservado para superdeportivos más caros. Este nuevo AMG GT se ve más civilizado y común al llevar puertas convencionales, recurden que las puertas del SLS AMG se abrían tipo "alas de gaviota".
El corte de la luna lateral trasera tiene su vértice hacia arriba, jugando con ese dinamismo extra. Con todo, la vista lateral es muy de "cupé de tracción trasera", con la cabina retrasada, el conductor casi sentado en el eje trasero y con un capó infinito dominando.
Se ha buscado que en estático el diseño de la parte trasera sea fino y sencillo, optando por un alerón retráctil que solventará los problemas de sustentación aerodinámica de una trasera con estas formas, apoyado por lo que parece ser un difusor funcional, que está custodiado por sendas salidas de escape trapezoidales.
En el interior domina la pantalla del sistema de info entretenimiento, comandada por el mando rotativo y táctil que cae amablemente en nuestra mano derecha. Bajo la pantalla están cuatro salidas de aire circulares muy agraciadas en lo estético y acabadas con gusto y detalle. Si volvemos a la consola, dos "puentes volantes" acomodan mandos cuatro a cuatro para gestionar perfiles de conducción, dureza de amortiguación, controles de estabilidad y demás, quedando en medio una diminuta palanca o joystick para el sistema de cambio de marchas. El ambiente, el diseño y los acabados están a la mejor altura posible, poniendo las cosas difíciles a muchos de sus rivales de precio. Y es que los germanos (R8 y 911) tienen diseños más "a la alemana", y otros posibles rivales no están a la misma altura tecnológica (Aston Martin Vantage).
El corazón de la bestia, ya te lo habiamos contado anteriormente, es un V8 sobrealimentado por dos turbocompresores, con inyección directa de gasolina, cuatro litros de cilindrada y dos especificaciones de potencia: 460 caballos para el GT "normal", y 510 para el Mercedes-AMG GT S. Las cifras de par son igualmente impresionantes: 600 Nm y 650 Nm respectivamente. Ambos se colocan un escalón por encima de lo que ofrece Porsche con sus 911. Estas cifras hacen que ambas versiones estén por debajo de los cuatro segundos en el 0 a 100, mientras que las velocidades puntas son de 304 km/h para el primero, y 310 km/h para el segundo modelo.
Todo el monocasco del coche está íntegramente fabricado en aluminio, y acoge el bloque motor con sus ocho cilindros por detrás del eje delantero. La caja de cambios se sitúa en posición transaxle, justo delante del eje posterior, con un diferencial autoblocante encargado de repartir el par entre los rodillos posteriores. El GT S sustituye ese diferencial autoblocante mecánico por uno de control electrónico, que reparte el par de manera inteligente para modificar vectorialmente la guiñada del coche.
La caja es de doble embrague con siete relaciones y diversos modos de funcionamiento para ofrecer cambios más bruscos y rápidos, o más confortables e incluso automáticos. Recuerda, estamos ante un GT, no ante un superdeportivo radical.
El reparto de pesos estático es del 47% sobre el eje delantero y el 53% restante sobre el eje posterior. La amortiguación es pilotada, con amortiguadores magnetoreológicos. Para el GT S se puede solicitar además el equipamiento AMG DYNAMIC PLUS, que incluye soportes de motor y caja de cambios activos, para "agarrar con fuerza" la mecánica en fases de aceleración o retención extremos, al tiempo que también juegan con el resto de tarados de amortiguación y diferencial posterior.
Los frenos de serie se esconden tras llantas convencionales de aluminio. Ya son épicos en dimensiones de por sí, con grandes pinzas rígidas en rojo, pero se pueden solicitar frenos carbonocerámicos (los de las pinzas amarillas) y llantas forjadas para reducir las masas no suspendidas y mejorar la respuesta a los cambios de dirección, así como la resistencia a la fatiga.
La comercialización de este auto arrancará en la primavera europea del año que viene. Entre tanto esperamos verlo en el Salón de París a principios del mes que viene.
