Lada ha presentado dos nuevos modelos en el salón del automóvil de Moscú como muestra de que quiere reinventarse para poder devolverle a la marca un puesto importante en el ranking de ventas rusas y permitirle exportar de nuevo.
Presentó una nueva versión del X-Ray, un SUV compacto, y el nuevo Vesta, tanto en sedán como en versión para el WTCC. Los tres modelos son presentados como concept cars, pero son prácticamente los modelos de serie que se pondrán a la venta en septiembre de 2015.
Al frente del diseño de Lada está Steve Mattin. Y con estos dos modelos simbolizan el renacimiento de Lada. Técnicamente, Lada podrá contar con las plataformas y la tecnología de Renault y Nissan, pero eso se debe traducir visualmente.
Según cuenta el propio Mattin, la mayoría de las marcas optan actualmente por un diseño del frontal de tipo horizontal (Renault, Citroën, BMW, etc) o bien de tipo "single frame" (Audi, Mercedes o Cadillac, por ejemplo). De ahí que Lada tuviese que desmarcarse y optó por un diseño en X.
La X conecta los faros con la calandra así como con los faros antiniebla y las tomas de aire inferiores. El tema de la X se aprecia también en los laterales donde asientan visualmente y conectan las ruedas entre sí.
El primer modelo de esa reinvención es el Vesta. Se trata de un coche del segmento B de 4,40 m de largo y basado en un nueva plataforma sobre la que se articulará toda la futura gama Lada. El Vesta sustituye al Priora en la gama Lada y está destinado a convertirse en el segundo modelo más vendido de la marca, después del Granta de 4,2 m.
El Vesta participará en la temporada que viene del campeonato WTCC con los británicos Rob Huff y James Thompson y el ruso Mikhail Kozlovskiy como pilotos. Y todo ello ha sido posible gracias a la inyección de capital efectuada por Avtovaz, la firma dueña de Lada, que a su vez ha sido adquirida gradualmente por Renault-Nissan. La Alianza posee ahora el 67,1 % de Avtovaz.
