Mientras Aston Martin sigue trabajando en su nuevo auto, con nueva plataforma y nuevas mecánicas, tiene que mantener su facturación estos años lo más alta que pueda, para contra-restar las ya previstas pérdidas del programa de inversión.
Así, lanzar más y más variantes de cada uno de sus espectaculares modelos parece una buena idea para hacer caja. Y entre toda esa pequeña revolución está el V12 Vantage S Roadster, la última iteración del V12 Vantage descapotable, al que se le aplican todas las chucherías de la "ese", para crear un deportivo compacto, muy rápido, para disfrutar "melena al viento".
El peso no es "ligero", con 1.745 kilos, 80 más que la variante cerrada, debido a los refuerzos que se han incorporado en los bajos del coche para compensar la pérdida de los travesaños superiores. En cualquier caso, el V12 Vantage S Roadster se presenta como el descapotable V12 más salvaje del mercado, sin equivalencia en Ferrari, donde el F12 berlinetta no tiene versión abierta.
La suspensión corre a cargo de Bilstein, con amortiguadores activos con tres tarados posibles, y hay tres fases para programar el control de estabilidad, y dos para el ABS, a fin de que el conductor pueda elegir según su pericia y el tipo de trazado cuánta red de seguridad necesita en cada instante.
El V12 Vantage S es, para muchos, el mejor Aston Martin de la actualidad, y de la historia. Si mezclas eso, el sonido del V12, la posibilidad de oírlo tronar sin techo, y el gusto de los británicos por los decapotables, a pesar de su climatología británica, tienes una combinación ganadora.