Si bien en todos estos récords el factor humano juega un papel importante, son hitos que recaen sobre el coche más que sobre su piloto. Sin embargo, en el récord que nos ocupa hoy el coche es casi lo de menos y realmente la pericia del piloto es primordial. El año pasado, Johan Schwartz, piloto instructor en BMW, logró derrapar durante 47,71 millas (76,4 km) al volante de un BMW M5. A principios de este mes, su compatriota Harald Müller derrapó durante 89,55 millas (143,28 km) y 2 horas con 25 minutos al volante de un Toyota GT86.
Acá les dejamos el vídeo: