Las claves estaban en el uso de materiales ligeros, en la simplificación de la ingeniería, la mejora de la aerodinámica y la hibridación de un Peugeot 208. Pero parecía un proyecto marcado para quedarse en concept y no pasar a la producción.
Pero finalmente, tras la llegada del dinero chino (y el dinero gubernamental) parece que PSA va a cambiar de idea al respecto.
Cuenta Autocar que PSA se está planteando seriamente emplear el 208 Hybrid FE como modelo para la gama, a modo de demostración de sus capacidades y tecnología, produciéndolo en una corta serie limitada que, a buen seguro, no sería especialmente económica.
El hecho de ofrecer un coche capaz de rondar los 49 gramos de CO2 por kilómetros recorrido sin grandes baterías y con un volumen interior aceptable pondría, sin duda, a Peugeot, en la punta de lanza tecnológica actual, y le valdría algo de publicidad, en el mercado de los híbridos.