Para entender esta nueva configuración del RS5 hay que decir que ha sido desarrollada para celebrar el 25 aniversario de la tecnología TDI y de paso quitar esa sensación que tienen muchos usuarios sobre las limitaciones de los diésel, tratando de convencerles de qué un motor de este ciclo también puede ser deportivo. Lo intentan conseguir aplicando la última tecnología.
El caso es que el bloque elegido para el RS5 TDI tiene tres litros, seis cilindros y desarrolla una potencia de 385 CV y un par máximo de 750 Nm. Frente al crono consigue excelentes registros, como demuestran los 4 segundos necesarios para pasar de 0 a 100 km/h, mejorando en medio segundo el dato del RS5 de gasolina. La velocidad máxima no ha sido facilitada por la marca aunque dicen que superará con holgura los 280 km/h. La caja de cambios elegida es automática con convertidor de par y ocho velocidades.
De seguro te preguntarás ¿cómo han hecho los alemanes para que el auto tenga tan buen rendimiento?. Bueno, para empezar el bloque de tres litros se acompaña de dos turbos, el más pequeño girando cuando se circula a velocidades contenidas, y el grande para velocidades altas. Para lograr un conjunto más efectivo, se ha incluido una especie de turbo eléctrico "e-booster" que se encarga de controlar la temperatura y giro del turbo pequeño. Está conectado al intercooler por un lado y al sistema de admisión por otro, mejorando el rendimiento y supliendo el retraso habitual que tienen los turbos convencionales.
En los protos iniciales se había probado la integración de un motor eléctrico pero al final no se lograban los resultados deseados y se canceló. El "e-booster" funciona hasta las 3.000 rpm y se alimenta de su propio sistema eléctrico de 48v. Todo esto permite unas prestaciones, sobre todo en aceleración, capaces de enrojecer al mismísimo RS6.
De momento Audi no tiene pensado comercializarlo en serie pero es probable que en futuro pueda aparecer un bloque parecido sobre la nueva generación del Audi A6/S6 o, quizás, finalmente tenga un hueco en la oferta del RS5. Lo que está claro es que es el motor de seis cilindros diésel más rápido del Grupo Volkswagen y elimina de un plumazo los inconvenientes de los diésel en conducción deportiva.