Aprovechando la apertura del Salón de Nueva York 2014, que abre sus puertas esta misma semana, Ford repite la hazaña que llevaron a cabo en 1964 de llevar una unidad, del por entonces aún prototipo, Mustang convertible hasta la planta observatorio del Empire State Building.
Hoy, cincuenta años después del curioso evento y también del nacimiento del carismático Mustang, la firma del óvalo nos muestra las primeras imágenes y vídeos del acontecimiento, incluido el laborioso proceso para poder llevar a cabo semejante tarea.
Durante seis semanas los técnicos de Ford han debido despiezar completamente el amarillo cuerpo de un nuevo Mustang convertible de la sexta generación, al que han debido incluso cortar, para poder despiezarlo en unidades lo suficientemente pequeñas para poder acceder a los elevadores del célebre edificio, ya que ni en 1964 ni hoy día existe otra manera de hacerlo.
Teniendo en cuenta las evidentes diferencias técnicas entre la primera generación y la actual, la operación debe haber sido mucho más compleja que entonces, ya que no solo se enfrentan a un vehículo de mayor tamaño y peso, sino repleto de componentes que en la década de los sesenta no existian.
