En el exterior los cambios más notorios son las nuevas llantas de 21", los discos de frenos ventilados de 390 milímetros con pinzas de seis pistones para el eje delantero, como opcional podemos optar por discos de freno carbocerámicos, nuevo spoiler, logo quattro de la parrilla inferior, elementos en titanio mate y suspensión neumática con reglajes específicos (la carrocería es 20 mm más baja).
Pasando al interior podremos encontrar asientos deportivos RS, inserciones decorativas de fibra de carbono, nuevo diseño en los instrumentos y un volante deportivo de piel.
Ahora bien, lo más importante de esta variante Performance se centra en el motor. Como ya dijimos, mantiene el motor 4.0 TFSI V8 biturbo que de serie ofrece 560 CV, pero incrementa esa potencia en 45 CV. Es decir, ahora brinda 605 CV. Pero eso no es todo, el torque máximo también aumente y llega a los 750 Nm. Otro aspecto que se mejoró fue el régimen de giro máximo que ahora llega a las 6.800 RPM.
El motor sigue asociado al cambio Tiptronic de ocho relaciones, pero este fue reprogramado para unas transiciones entre marchas más rápidas. Si elegimos el modo de conducción más deportivo y pisamos el acelerador a fondo, se activará la función Overboost, esta función permite disponer de forma limitada de los 750 Nm entre las 2.500 y las 5.500 rpm. Con todas estas mejoras los RS6 Avant y RS7 Sportback aceleran de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos (antes tardaban 3,9 segundos) y alcanzan una velocidad máxima de 250 km/h, que puede elevarse hasta los 280 - 305 km/h si se adquieren los paquetes opcionales dynamic o dynamic plus.
Los consumos medios homologados se mantienen en 9,6 litros (223 g/km de CO2) para el RS 6 Avant y 9,5 litros (221 g/km) para el RS 7 Sportback. Esto se logra gracias al sistema de desconexión de cilindros (Cylinder on Demand).